Estando embarazada Dios cuidó de mi hijo Lucas sobrenaturalmente, ya que al entrar a la semana 24 de gestación, el médico me indicó que tenía amenaza de parto prematuro y tuve que estar de reposo total.
Dios cuidó de mi hijo todas esas semanas posteriores y al estar en la semana 35, rompí fuente, me tenían que hacer cesárea y justo la noche previa había cenado comida pesada, sin saber que me llegaría el momento de dar a luz. Sin embargo; Dios cuidó de mi y mi bebé durante la cesárea, él nació bien, los médicos y nosotros estábamos alerta y esperando que respirara sin problema, que llorara (signo muy importante), que todos los valores estuvieran ordenados, y todo sobrenaturalmente salió bien, sus valores en orden, no necesitó de incubadora ni ayuda para respirar, de hecho lloró muy fuerte.
Yo derramé mi corazón y le di una ofrenda de adoración en agradecimiento a Dios por esta gran victoria y su poderosa ayuda.
A los 3 días, lo llevamos al médico neonatal para revisión y nos dijo que un valor de los exámenes no estaba bien y teníamos que meterlo en cuidados intensivos al otro día. Empecé a meditar en la victoria que ya Dios había dado y la ofrenda de agradecimiento que le extendí y que no sería robada ni anulada por el enemigo en el milagro que Dios hizo, así que oramos de manera intensa mi esposo y yo para saber si esto era un proceso de Dios o venía de parte del enemigo, ya que era muy extraño, por lo que buscamos la opinión médica de otros 2 neonatólogos y ambos coincidieron con que ese valor no ameritaba de ingresar a UCI y que lo iríamos monitoreando y tratando de otra forma, y asi fue, ¡A los días ese valor se normalizó gracias al Señor!
Le damos toda la gloria a Dios.
Testimonio de Protección
Pastora Jennifer Espinoza de Hernández
Hace apróximadamente 20 días, viajaba a Caracas con mi hermano por plena autopista y su carro empezó a echar humo en la parte delantera, él se detuvo y abrió el capó e inmediatamente salió una llama de fuego. Se me acercó y me dijo sal y corre que esto va a explotar.
Salí proclamando: El carro no va a explotar en el nombre de Jesucristo, mientras me alejaba seguía clamando a Dios. De un momento a otro, había una cantidad de gente ayudando, luego otra persona llegó con un extintor. Todo el fuego se apagó rápidamente.
Gloria a Dios por guardar nuestras vidas y bienes, hasta el carro quedó en buenas condiciones solo pequeños detalles, Dios mando la ayuda necesaria: Personas y la grúa.
Mi hermano y yo vimos y reconocimos la Gloria de Dios.
Testimonio de Protección
Yamileth Hernández
Duré 10 meses en proceso para poder ser operada de un pro-lapso genital grado IV que tenía desde hace 2 años aproximadamente.
Cuando se empezaron los trámites con la doctora y clínica donde me iban a operar en Noviembre 2.024, el costo eran $3.000 y el Seguro indicó que dejaba de cubrir $600,00. Se consiguió el dinero faltante y al actualizar la carta aval, a pesar que la clínica mantuvo el precio en dólares $3.000, ahora el Seguro indicaba que dejaba de cubrir $900,00, alegando que habían subido el monto en bolívares.
En vista de esa situación y a pesar de refutar ante el seguro, la respuesta fue que buscáramos otra clínica dentro de su red donde cubrieran el 100%, por lo que tocó empezar desde cero ese mismo mes a buscar clínica y médico, los cuales gracias a Dios se ubicaron. Este nuevo médico indicó que también tenía incontinencia urinaria, la cual sería corregida en la operación.
Para ese momento, el pro-lapso empezó a descender significativamente y esto generó una infección urinaria muy fuerte que impedía que me operaran. Tomé 8 antibióticos distintos por varios meses y me hice 8 urocultivos y todos salían positivos, los antibióticos no combatían la infección y esto generó fuertes afecciones en mi cuerpo durante ese tiempo, era muy doloroso sentarme e ir al baño, alteró la tensión varias veces, unas con pico de hipertensión y otras con hipotensión, me generó mucha fiebre, debilidad y malestares recurrentes. Me refirieron a un infectólogo, el cual me estuvo tratando paralelo al ginecólogo, urólogo y cardiólogo.
Estuvimos como familia en oración e intercesión junto al equipo de Ministros e intercesores del Ministerio por esta situación creyendo y para el mes de agosto de este año, gracias al poder de Dios, finalmente el último antibiótico prestó y la orina ya no olía mal y no estaba oscura, se empezó a disminuir la picazón casi inmediatamente.
Finalmente, los médicos dieron el visto bueno para operarme. La clínica nos dió cotización y la sorpresa fue que ahora el presupuesto era de $13.000, confiamos en Dios y lo pasamos al Seguro y sobrenaturalmente El Señor obró a mi favor y ¡El seguro aprobó el 100% de la operación y pudieron intervenirme!
Me realizaron histerectomía y corrigieron la incontinencia urinaria. ¡Vimos el poder y la gloria de Dios, toda la honra sea para Él!.
Testimonio de Protección
Gloria Díaz de Ramos